El suelo urbano y urbanizable son términos comunes en el ámbito de la planificación urbana y el desarrollo territorial. Ambos tipos de suelo juegan un papel importante en la configuración de las ciudades y su crecimiento sostenible. Es fundamental comprender las diferencias entre ellos para entender cómo se lleva a cabo la planificación y gestión del territorio en las zonas urbanas.
El suelo urbano se refiere a aquellas áreas de la ciudad que están completamente urbanizadas, es decir, que cuentan con todos los servicios e infraestructuras necesarios para el desarrollo de actividades urbanas. Estas zonas suelen estar destinadas a la edificación y el uso residencial, comercial o industrial. El suelo urbano se caracteriza por estar consolidado y contar con una alta densidad de población.
Por otro lado, el suelo urbanizable hace referencia a aquellas áreas que tienen un uso potencialmente urbanístico, pero que aún no han sido desarrolladas o urbanizadas. Estas zonas suelen ser objeto de planes de ordenación urbana que establecen las condiciones y usos permitidos para su futura urbanización. El suelo urbanizable puede estar destinado a la ampliación de la ciudad, la creación de nuevos barrios o la implantación de infraestructuras públicas.
Criterios de clasificación del suelo urbano y urbanizable
Para diferenciar entre suelo urbano y urbanizable, es necesario tener en cuenta diferentes criterios de clasificación. Uno de los criterios más comunes es la disponibilidad de servicios e infraestructuras básicas. Mientras que el suelo urbano ya cuenta con todos los servicios necesarios, el suelo urbanizable aún no dispone de ellos y requiere de actuaciones de urbanización.
Otro criterio importante es la legalidad de los terrenos. El suelo urbano está catalogado como tal en los planes de ordenación urbana vigentes, mientras que el suelo urbanizable está reservado para futuras actuaciones de desarrollo urbano, siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas en los planes de ordenación.
Impacto en el desarrollo urbanístico
La distinción entre suelo urbano y urbanizable tiene un impacto significativo en el desarrollo urbanístico de una ciudad. Mientras que el suelo urbano ya está completamente desarrollado y consolidado, el suelo urbanizable representa un potencial de crecimiento y expansión de la ciudad. La planificación adecuada de ambos tipos de suelo es fundamental para garantizar un desarrollo urbano sostenible y equilibrado.
La gestión del suelo urbano y urbanizable debe contemplar aspectos como la preservación de espacios naturales, la diversificación de usos del suelo, la conectividad de las áreas urbanas y la accesibilidad a los servicios públicos. Es importante tener en cuenta que la clasificación del suelo puede variar en función de las políticas urbanísticas y los planes de ordenación vigentes en cada municipio.
Licenciado en Económicas en la Universidad de Castilla La Mancha, apasionado del Sistema Financiero y especializado en finanzas personales.
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